En la exposición P.M.S. (Premium Menopause Satisfaction) Lounge[1], arte y vida se combinan, conviven, se transforman y se convierten en una solo espacio, donde el visitante olvida que está en una sala de museo para vivir una experiencia más cercana a la vida y a su vez, sin darse cuenta, participar de un hecho artístico.
Es así como Nina Dotti describe su proyecto. P.M.S. Lounge es un performance participativo, una forma de encuentro para conocer sobre el tema de la menopausia y llevar esta etapa con plena satisfacción. Pero, no es un lugar exclusivo para el género femenino. El contenido de los videos y los espacios de interacción están abiertos para que cualquier persona, sea del género o la generación que sea (joven, adulto o adulto mayor), experimente, disfrute y aprenda al mismo tiempo.
Como performance, esta propuesta nace de la experiencia de la artista, quien a los 33 años vivió una menopausia quirúrgica y se encontró con un mundo desinformado e insensibilizado, rayando en los límites del tabú. El personaje se desarrolló, al comienzo con el nombre de Hot Flashes Spa y luego como P.M.S. Bar, en el primero para tratar el tema de la andropausia en los hombres y el segundo para la menopausia en las mujeres; hombres y mujeres desinhibidas y en confianza, contaban sus vivencias en confidencia a Nina. En otra etapa del proyecto el performance se traslada al museo y muta en forma de videos, objetos, instalación participativa, social spa de masaje e interacción con la aplicación informática (App) P.M.S. LOUNGE y redes sociales.
El performance en P.M.S. Lounge, adquiere una serie de multifacetas donde se despliega todas las posibilidades que puede tener la acción artística en este momento actual con el uso de las herramientas tecnológicas, las cuales aportan un giro intencional, significativo en torno a las formas de creación y concepción de las acciones.
En años pasados, en la década del 80 y 90, el registro de las acciones fue parte de un cuestionamiento, porque aunque parecía necesario obtener un medio para la permanencia en el tiempo del acto, de igual forma el carácter de unicidad del momento de la acción era indiscutible. Con este proyecto que nos trae la artista Nina Dotti podemos comprender cuánto tiempo ha pasado y también lo versátil que ha podido llegar a ser el performance como género artístico.
Ejemplo de ello lo podemos observar en la descripción que hace Ondina Rodríguez, historiador del arte, en el texto Zona de tránsito[2], donde hace una interpretación del performance en los años 80, 90 y comienzo del 2000:
La acción transita como otras, se acaba, se muere, se instala y solo se prolonga en los recintos memoriales… Su registro material sólo satisface a la historia para señalarlo, pero nunca para reconstruirlo y resumirlo o mostrarlo; su presente se ha convertido en pasado.
En P.M.S. Lounge, la acción se recrea en el momento que el visitante vive en pleno el spa social, recibiendo un masaje, retratándose en el espacio I am hot, compartiendo las imágenes en las redes, usando la aplicación, consultando El libro de la Satisfacción. El presente se mantiene y se establece todas aquellas veces que el usuario utiliza los medios y aplica en su vida los consejos que Nina ha sabido plasmar en todo el contenido de P.M.S. Lounge.
La acción se prolonga, se hace aprendizaje y se convierte en vida. La unión Arte y Vida se logran fusionar, el fin educativo se cumple y por supuesto el del arte también. Si vamos al pasado y revisamos cuáles fueron las intenciones con las que se establecieron las acciones, podemos ver que algunas se siguen manteniendo, lo que sí definitivamente a cambiado son las formas de hacer, la materialización de la obra, que es lo que hace distintivo a cada generación. Y esto lo entendemos volviendo a Fluxus[3], que en una de sus ideas centrales comprendía que: … el arte y la vida son parte de un campo unificado de referencia y constituyen un contexto único... el propósito global de Fluxus es ir allí donde se encuentran los problemas más sugerentes.
En este sentido se genera una relación horizontal entre el artista, la obra y el público[4]. En ejercicios de retroalimentación constante la obra trasciende, la autoría también adquiere varios matices, convirtiéndose en un gran cuerpo mutado, adaptable, contextual, de implicación social, de posibilidades amplias, por no decir infinitas.
Esto nos hace reflexionar sobre la importancia que tiene la educación en el hecho artístico, tema que ampliamente han venido desarrollando artistas y teóricos en la contemporaneidad y que el proyecto P.M.S. Lounge es un claro ejemplo sobre la relación entre Arte y Educación.
Nina Dotti con esta propuesta y con otras donde aborda temas como la diversidad sexual, la violencia de género, las minorías hispanas en los Estados Unidos, entre otros, manifiesta un deseo por trascender los espacios sociales, del arte, la educación y la política, tal como Paul Ardenne describe al artista contextual[5], quien se involucra en el cuerpo social con la aspiración de generar cambios, por más mínimos que sean.
De esta forma surgen otros lugares en que el poder se concibe de una manera distinta a lo establecido, creando desde el arte otros espacios de micropoder se amplían las posibilidades de vivir una vida con más satisfacción.
[1] Exposición realizada en el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, desde diciembre 2016 hasta abril del 2017. Consulta en línea: www.maczul.com.ve
[2] Rodríguez, O. (2012) Zona de tránsito. La propuesta accional Dánzate. Consultado el 1 de septiembre de 2017 en: www.academia.edu/15064729/zona_de_transito
[3] Friedman, K. (2002). Cuarenta años de Fluxus (fragmentos). Consultado el 18 de agosto de 2017 en: www.geifco.org/actionart/actionart03/secciones/1marca/artistas/MarcaDeLosMovimientos/fluxusfilms/index.htm
[4] León, P. (2017) Entrevista a Luis Camnitzer. Consultado el 20 de agosto de 2017 en: revistaindex.net/index.php/cav/article/view/45/42
[5] Ardenne, P. (2006). Un arte contextual. Creación artística en medio urbano, en situación de intervención, de participación. Murcia: CENDEAC.
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